“Este bloqueo inhumano provoca sufrimientos y es una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos”, afirmó el diplomático al advertir que de acuerdo con los tratados internacionales, esa política califica como un acto de genocidio y también de guerra económica.
Argumentó ese criterio sobre la base de las profundas afectaciones que causa a la construcción, el turismo, el transporte, la aeronáutica civil y la industria azucarera.
Pary sostuvo que el foro en el cual se debate un proyecto de resolución sobre la necesidad de eliminar esa represalia de Washington contra una nación que no se doblega es una sesión de justicia y dignidad para el pueblo cubano.
Expresó el reconocimiento del Estado Plurinacional a Cuba como un país solidario, de paz y respetuoso del derecho internacional.
Agregó que por eso “se suma a la comunidad internacional para condenar y repudiar de la manera más enérgica el unilateral, inmoral y criminal bloqueo económico, comercial y financiero que desde hace más de medio siglo imponen los Estados Unidos de América contra la hermana República de Cuba”.
En referencia a la denominada Ley Helms-Burton, consideró que las demandas presentadas provocan la persecución a empresas, buques y navieras que envían suministros de combustible al país.
Describió que este bloqueo socava el derecho del pueblo cubano a la libre determinación y los esfuerzos de su Gobierno para luchar contra la pobreza y por la igualdad, además de ser agresivamente extraterritorial y una violación del derecho internacional.
Respecto al multilateralismo, observó que “prácticamente, estamos frente a una amenaza (…) y una transgresión de las normas internacionales, del comercio y de la libertad de navegación”.
Pary lamentó “profundamente” que el Departamento de Estado mantenga a Cuba en su lista de Estados patrocinadores del terrorismo, puesto que los impactos disuasivos e intimidatorios del bloqueo han sido reforzados, impidiendo que la ínsula del Caribe pueda insertarse en el comercio internacional y realizar operaciones financieras.
Recordó el embajador que desde hace tres décadas la Asamblea General de la ONU adopta cada año la resolución en la que el mundo exige a los gobiernos de Estados Unidos poner fin, sin condicionamiento alguno, a su política de bloqueo contra Cuba.
“El desconocimiento de estas resoluciones demuestra que existen países que se han privilegiado de la creación de este organismo, no respetando las decisiones que no les convienen”, denunció el diplomático.
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