Con la decisión adoptada durante la reunión de política monetaria que se desarrolló durante los últimos días, se confirma el sexto aumento consecutivo desde marzo en los tipos, como parte de la batalla impulsada por esa entidad financiera para controlar la inflación.
En el anuncio de este miércoles, la FED alertó además que serán apropiados más aumentos continuos y una política monetaria restrictiva para devolver la inflación a su objetivo del dos por ciento.
Según datos recientes de la Oficina de Estadísticas Laborales, la tasa de inflación interanual bajó por tercera vez consecutiva en septiembre y se situó en el 8,2 por ciento, aunque los precios de consumo subieron cuatro décimas mensualmente.
En ese contexto, «para determinar el ritmo de los aumentos futuros, el Comité tendrá en cuenta el endurecimiento acumulativo de la política monetaria y en qué medida dicho endurecimiento afecta a la actividad económica, la inflación y la evolución económica», detalló el comunicado compartido.
No obstante, expertos opinan que el texto da señales de que la tasa de interés máxima está todavía lejos de alcanzarse, pues los precios siguen siendo muy elevados. Por tanto, crecen los temores a una recesión económica.
Varias autoridades del sistema monetario estadounidenses alertaron sobre los riesgos de nuevas subidas en las tasas y llamaron a planificar la desaceleración en el ritmo de los aumentos en los costos del crédito.
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