Para ello, la compañía informó que lanzó un programa acelerador llamado Mission Next Generation Aircraft; y también tiene previsto reemplazar su flota de turbohélice Bombardier Q300 con un avión más sostenible -probablemente con hidrógeno verde o híbrido de batería- a partir de 2030.
El año pasado, Air New Zealand hizo un llamado a los fabricantes de aviones para ayudar a su objetivo de convertirse en una compañía de cero emisiones netas para 2050.
La empresa dijo que más de 30 desarrolladores de aeronaves respondieron a la iniciativa, y que ya se encontraban en negociaciones cercanas con la expectativa de firmar cartas de intención con socios para finales del presente año.
Queremos liderar el lanzamiento de aeronaves con cero emisiones y trabajaremos junto con los desarrolladores, innovadores y proveedores de infraestructura para darles la confianza de que están desarrollando un producto que es una opción viable para nosotros, declaró el director ejecutivo de Air New Zeland, Greg Foran.
El directivo detalló que los próximos tres años se centrarán en apoyar la construcción, prueba y certificación de aeronaves e infraestructura asociada.
Para 2026, nuestro objetivo es que nuestra primera aeronave de cero emisiones, ya sea de carga o de pasajeros, despegue de Nueva Zelanda, apuntó Foran.
mem/nvo