El científico precisó que las características logradas de las fuentes de energía de clorato abren perspectivas para la uso práctico de tales dispositivos, no solo en naves espaciales, sino además en instalaciones terrestres baratas que operen en condiciones ambientales extremas.
Según Vorotynsev, hasta la fecha, para alimentar diversos dispositivos autónomos que operan en el espacio o bajo el agua, se utilizan baterías eléctricas a base de compuestos de litio y otros elementos.
Muchos de ellos tienen desventajas: las baterías a base de litio se desgastan rápidamente y no toleran bien el calor o la refrigeración, y esto obliga a los científicos a buscar nuevos enfoques para la producción de energía en tales condiciones, añadió.
Los investigadores llevan mucho tiempo desarrollando reacciones en las que intervienen los llamados halogenatos, compuestos formados por átomos de oxígeno y elementos del grupo del flúor.
Vorotynsev, indicó que estas sustancias tienen una actividad oxidativa muy alta, lo que las convierte en candidatas interesantes para el papel de base de fuentes químicas de energía eléctrica.
rgh/gfa