José R. Oro*, colaborador de Prensa Latina
Fueron días otoñales pero soleados y tibios (cerca de 20º C), la luz resaltaba la línea de rascacielos en la isla de Manhattan, la parte principal de la ciudad de New York, que hace más de un siglo fuera llamada por el gran Máximo Gorki “La ciudad del diablo amarillo”.
Allí se encuentra, bastante paradójicamente, la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) creada por su Carta constituyente “para mantener la paz y seguridad internacionales…, fomentar relaciones de amistad entre las naciones…, lograr la cooperación internacional para solucionar problemas globales y servir de centro que armonice las acciones de las naciones”. Su sede es un impresionante complejo arquitectónico a lo largo del East River.
Comienza la batalla
Solo los asientos de invitados habilitados estaban ocupados, siguiendo las restricciones relacionadas con el COVID – 19. Se observaba una considerable expectación entre los presentes. Se preguntaban si los diplomáticos estadunidenses (quienes llegaron a las 8:45 am en una camioneta negra al edificio de la Misión de EE.UU.) harían un discurso muy agresivo o si tendría cierto grado de decencia ante el mundo y trataría al menos de aparentar compostura y humanismo. En la realidad, ni lo uno ni lo otro, las intervenciones de Estados Unidos en esta sesión fueron descafeinadas y al mismo tiempo insultantes por su extrema falsedad y falacia.
Comenzó la sesión a las 10:00 am, tomaron el podio los representando al G-77+ China, MNOAL, representando a la CELAC, Bolivia, Singapur, Rusia, China, San Vicente y las Granadinas, Belarus, Kenya, Tanzania, Surinam, el Caricom, la OIC (Organización Internacional del Comercio), Vietnam, la República Popular Democrática de Corea, Jamaica, India, África del Sur, Namibia, México, Argelia, Irán, Zimbabue, Siria, Belice, Laos, Bahamas, Angola, Gabón, Costa de Marfil y quizás también el más brillante orador, aparte de los cubanos, que fue el representante de Nicaragua. Desde el balcón veíamos al Canciller de Cuba Bruno Rodríguez Parilla, al viceministro primero del MINREX, Gerardo Peñalver Portal, al Representante Permanente, embajador Pedro L. Pedroso, a la primera secretaria Jessica Guía Valladares, quien tomaba acuciosa nota de todo lo que aconteció, sin omitir un detalle, varios otros diplomáticos de nuestro país.
Sentados con nosotros en el público estaban el ministro consejero Roberto Hernández de Alba Fuentes, el primer secretario Roberto Valdivia, el segundo secretario Ernesto Sierra.
Entre los asistentes se encontraban personalidades que han estado apoyando a Cuba por décadas, como Steve Clark, Seth Galinsky , Marty Goodman, Diane Stradling; los dirigentes de DSA (Democratic Socialists of America) Francesca Maviglia y Kevin Menescardi; el Presidente del Greater Hartford Cuba Solidarity, Alex Koskinas; Luz Santana, dirigente social, y muchos otros que hacían efectivo su apoyo a nuestro país.
Uno de los principales momentos de la sesión, le tremenda intervención del Canciller cubano Bruno Rodríguez Parilla. Brillante, serio y sobrio discurso
A las 13 horas el presidente de la Asamblea General, cerró la sesión, anunciando que continuaría al día siguiente a las 10:00am.
Siguiendo el día 3 de noviembre, se reinició la sesión, con numerosas intervenciones muy destacadas las intervenciones de Vietnam, Mexico, Nicaragua, Argelia, Venezuela, Jamaica, Dominica y Bielorrusia. Todas, sin excepción, condenaron al Bloqueo y propusieron adoptar la Resolución en su texto original, sin enmienda alguna.
¿Qué fue distinto en esta sesión del 2022 con respecto a años anteriores?
• Vimos a una América Latina vigorizada, pues delegaciones que corresponden a gobiernos progresistas recientemente electos por sus pueblos tienen una actitud muy de apoyo a Cuba, directo y claro. El Brasil del fascista Jair Bolsonaro, dio su “canto de cisne”, traicionando una vez más a la Patria Grande, y absteniéndose cobardemente,
• Una denuncia sin ambigüedades del carácter extraterritorial del bloqueo, por prácticamente todos los oradores
• El impacto regional que afecta no solo a Cuba, sino a otros países, en lo que los representantes de Dominica, Nicaragua, México y El Salvador fueron muy críticos sobre este punto.
• El bloqueo y cualquier política de sanciones unilaterales de un país contra otro impiden el cumplimiento de la agenda de desarrollo sostenible y eliminación de la pobreza para el 2030, siendo una abierta contradicción no solo a la Carta, sino a los objetivos estratégicos principales de la ONU, muy enfatizado por la mayoría de los países y organizaciones.
• En sentido general, las intervenciones fueron más duras y críticas contra EE.UU., en comparación con el pasado año, particularmente Vietnam, Rusia, China, Namibia, México, Dominica (¡superlativa intervención!) y otros países.
• El reconocimiento del papel de Cuba y su ejemplo durante la Pandemia del COVID- 19
• Impresionante intervención una vez más del gran canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla, fuerte denuncia del cruel bloqueo y presentó formalmente la propuesta de Cuba.
• La delegación estadounidense anunció que EE.UU. iba a votar contra la Resolución, llamó a Israel “buena compañía” y a la Resolución “una pérdida de tiempo y que es votada para insultar a EE.UU.” Pasó a criticar a los países que mostraron apoyo a Cuba, y dijo asombrosamente que Washington apoyaba al pueblo cubano. Con tales amigos, nuestro pueblo no requiere de enemigos.
• Las delegaciones explicaron sus votos desde las mesas. Votaron a favor de Cuba 185 países, en contra Estados Unidos e Israel y se abstuvieron Brasil de Bolsonaro y Ucrania de Zelenski.
Este fue un momento de emoción, no cabía duda alguna de que por trigésima vez el Bloqueo contra Cuba había sido derrotado por un margen indiscutible, aplastante.
El uso del derecho de réplica por el Representante Alterno de Cuba ante la ONU, embajador Yuri A. Gala
Estando en el público asistente, queríamos gritar en apoyo del embajador Yuri Gala (nos habían advertido que no se querían gritos o consigna, sino mucha disciplina, solamente aplaudimos dos veces). Cuando el presidente de la Asamblea General Csaba Korosi, anunció la aplastante victoria de Cuba 185 -2 -2 y después de la réplica inspirada y demoledora del embajador Yuri Gala a las mezquindades del coordinador político de EE. UU., John Kelley, diciendo nada más y nada menos, que “Estados Unidos responsabilizaría al gobierno cubano por presuntas violaciones de derechos humanos luego de las protestas generalizadas en la isla en julio de 2021.Estados Unidos se opone a esta resolución, pero apoyamos al pueblo cubano y continuaremos buscando formas de brindarles un apoyo significativo».
El representante alterno de Cuba, embajador Yuri Gala, arremetió durante la sesión de la ONU en Nueva York, calificando de falsas las denuncias de violaciones de derechos por parte de Estados Unidos. “Cuba no necesita lecciones de democracia y derechos humanos y mucho menos de Estados Unidos”, dijo Gala.
“Si el gobierno de Estados Unidos estuviera realmente interesado en el bienestar, los derechos humanos y la autodeterminación de los cubanos, podría levantar el bloqueo”.
Si alguna vez he visto a un diplomático haber sido “noqueado”, esta fue la paliza que le propinó el embajador Gala al infame Kelley: “En EE.UU. hay más de 800 presos por los hechos del 6 de enero del 2021”. “En Cuba nadie fue arrestado o condenado por sus opiniones, sino por actos barbáricos”. “Siempre, sin excepción se cumplió el debido proceso penal”, y así una perfecta y completa desmentida a la bazofia del diplomático estadounidense, quien debiera haberse ido en absoluto silencio después del 185 – 2 – 2.
Regresamos a Connecticut, con una inmensa felicidad, en medio de un tránsito de espanto en la autopista I -95, donde promediamos desde la ONU a mi casa 21 km/h. Pero estábamos todos electrizados por la extraordinaria victoria de Cuba.
*Geólogo de profesión Nacido en Cuba en 1952. Autor de cuatro libros y más de 100 artículos especializados en minería, geología, ingeniería y medio ambiente y muchos otros de temas sociales, de política y economía. Vive en Connecticut, Estados Unidos.
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