Oliver Longué, director general de la organización humanitaria, puntualizó en un comunicado de prensa que “la crisis climática ya supone que millones de personas en todo el mundo se acuesten con hambre cada día”.
Pedimos a los responsables políticos y económicos de la COP27 que asuman por fin la responsabilidad de la seguridad alimentaria de las generaciones actuales y futuras, precisó Longué.
Acción contra el Hambre se pronunció por la adopción de medidas vinculantes para limitar y superar la crisis climática y de iniciativas coherentes para lograr un sistema alimentario mundial sostenible.
En su manifiesto “Don’t Starve Our Future”, la ONG exigió que se cumplan de forma vinculante los compromisos para alcanzar el objetivo de 1,5 grados y se aumente de forma significativa la financiación internacional para el clima.
Asimismo, pidió que se amplíe el apoyo a las medidas necesarias de adaptación al clima en todo el mundo y que los sistemas alimentarios mundiales sean más sostenibles y resistentes.
Remarcó, además, que alrededor de 828 millones de personas en todo el mundo no tienen suficiente para comer, y esta tendencia va en aumento.
Una de las principales razones para ello -junto a la creciente desigualdad mundial y el aumento de los conflictos violentos como el de Ucrania-, es el cambio climático y sus desastrosas consecuencias para la población de todo el mundo, anotó. “En la actualidad, 27 de los 35 países más afectados por el cambio climático sufren de inseguridad alimentaria extrema. Un calentamiento global de dos grados centígrados podría provocar que hasta 80 millones de personas más se vieran afectadas por el hambre en 2050, especialmente en el África subsahariana, el sur de Asia y América Central”, argumentó.
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