En la zona de Krasny Limán, el enemigo atacó sin éxito con dos grupos tácticos de batallones hacia los asentamientos de Ploschanka, Artiómovka y Stelmajovka de la autoproclamada república popular de Lugansk, indicó este domingo el vocero en su habitual parte a la prensa.
Konashénkov precisó que los ataques de la artillería y la aviación de Rusia eliminaron hasta 250 militares y nacionalistas ucranianos y destruyeron dos tanques, cuatro vehículos blindados de combate, un lanzacohetes múltiple Grad, una unidad de artillería autopropulsada y 12 carros artillados.
Igualmente en la autoproclamada república popular de Donetsk un ataque de alta precisión de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia eliminó hasta 100 militantes de formaciones nacionalistas y mercenarios extranjeros, acotó Konashénkov.
Según el portavoz castrense, entre estos últimos había unos 40 legionarios de Estados Unidos, Reino Unido y Polonia, y la aviación rusa también inutilizó 10 vehículos blindados de combate.
En el flanco sur de la línea del frente, el ejército ruso contrarrestó dos ataques en la región de Jersón, y eliminó a más de 50 militares ucranianos y destruyeron ocho blindados y 10 vehículos ligeros, agregó el teniente general.
Mientras que en la zona de Kúpiansk, un batallón enemigo reforzado por una formación de nacionalistas, trató de atacar las posiciones de Moscú en una sección estrecha del frente en Lugansk, pero fueron repelidos con el fuego de artillería y acciones de infantería.
Durante esos combates las Fuerzas Armadas de Ucrania perdieron hasta 200 soldados, ocho tanques, nueve vehículos blindados de combate y ocho camionetas, agregó la fuente.
El portavoz del Ministerio de Defensa informó que tras un golpe efectivo de la aviación fue destruido un depósito de municiones en Donetsk donde se almacenaban 120 misiles del lanzacohetes múltiple estadounidense HIMARS y 250 proyectiles del sistema Smerch.
Rusia desarrolla desde el 24 de febrero pasado una operación militar especial en Ucrania, alegando que las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como estados soberanos, necesitaban ayuda frente a lo que denunciaban como genocidio por parte de Kiev.
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