Las declaraciones del jefe de Gobierno fueron hechas en esta ciudad, ubicada en la noroccidental península de Sinaí, durante la inauguración del Pabellón del Agua, como parte de las actividades por la cumbre climática, iniciada ayer.
Madbouly destacó que Egipto es una de las regiones más secas del mundo, y depende principalmente del río Nilo.
La agricultura consume la mayor parte de esta agua, y su delta también es muy vulnerable a los cambios climáticos, alertó.
Poco antes, en la Mesa Redonda sobre Financiamiento Innovador para el Clima y el Desarrollo, el primer ministro resaltó la importancia de establecer proyectos novedosos para impulsar la lucha contra el flagelo.
El objetivo de esos fondos es implementar políticas de adaptación y mitigación, así como para compensar pérdidas y daños de las naciones con menos recursos, apuntó.
Durante el foro, presidido por el mandatario francés, Emmanuel Macron, y la primera ministra de Barbados, Mia Motley, Madbouly reiteró su llamado de trabajar con urgencia con el fin de brindar financiamiento blando a los países en desarrollo.
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