De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el proceso se extenderá por seis semanas, hasta el domingo 18 de diciembre, en todo el territorio nacional.
Serán 70 preguntas sobre temas vinculados a vivienda, salud, calidad de los servicios básicos, mortalidad, diversidad sexual y emigración.
Anteriormente, del 1 al 30 de octubre, se desarrolló la variante digital de recogida de información, práctica que generó polémica ante la solicitud del número de la cédula de identidad y el uso de la información para preservar la privacidad de los ciudadanos.
Hace varias semanas desde la Asamblea Nacional (Parlamento) hubo críticas al proceso y determinaron que la Comisión de Transparencia y Participación Ciudadana realice un control político del censo.
Además de rechazar la entrega de datos considerados personales y sin valor estadístico, expertos presentes en el pleno del legislativo alertaron sobre la posibilidad de no incluir lo suficiente a los pueblos originarios y afrodescendientes si no se ajusta el formulario.
Esas comunidades han sido poco llamadas a participar en este censo y tememos que pueda ocurrir un “etnocidio estadístico”, señaló John Antón, académico del Instituto de Altos Estudios Nacionales.
Este censo se realiza en Ecuador 12 años después del último estudio de esas características y con sus resultados se espera saber cómo ha cambiado la población, las dinámicas familiares, económicas y sociales de los ciudadanos, subrayaron las autoridades del INEC.
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