Tenemos un contrato vigente bajo el cual trabajamos, afirmó Kattainen.
La fuente precisó que el combustible lo suministra la compañía TVEL, subsidiaria de la corporación rusa de energía nuclear Rosatom.
El contrato con el proveedor ruso seguirá vigente hasta el vencimiento de las licencias actuales de la central nuclear de Loviisa: la del primer reactor expirará en 2027, y del segundo, en 2030.
Fortum en marzo presentó una solicitud al ministerio de Economía y de Trabajo, en la que anunció su intención de prolongar la vida útil de los reactores de la planta nuclear hasta 2050.
La decisión al respecto se espera a principios de 2023.
Durante el verano pasado, en su informe financiero semestral, la empresa indicó que el proveedor de combustible para la central nuclear no se puede cambiar rápidamente debido a los procedimientos de certificación.
La mayoría de los países del llamado viejo continente atraviesan una difícil situación con los hidrocarburos en general después del estallido de conflicto bélico en Ucrania del Este.
El 24 de febrero, Rusia anunció una operación militar especial en Ucrania en respuesta al pedido de ayuda de los líderes de las repúblicas de Donbass.
Varias naciones occidentales y sus aliados respondieron al imponer sanciones masivas a la Federación de Rusia y comenzaron a suministrar armas a Kiev.
Hasta la fecha, la Unión Europea ha adoptado ocho paquetes de medidas restrictivas contra el gigante euroasiático, incluido un embargo sobre carbón y petróleo.
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