Un comunicado emitido este lunes, señala que las autoridades expresaron su descontento con sus homólogos congoleños, por lo que calificaron de provocación y señalaron que no hubo, hasta el momento, pronunciamiento oficial de la parte involucrada.
Ambas naciones enfrentan un momento álgido debido a las acusaciones de la RDC de que el gobierno ruandés apoya el movimiento rebelde M23 en el este del país, lo cual es negado por Kigali.
Las acusaciones mutuas se acrecentaron en las últimas semanas, aunque el pasado domingo las partes acordaron bajo la mediación de Uganda, mantener el diálogo político entre ambos países ante la escalada de tensiones por el conflicto.
Durante una reunión en Luanda, los cancilleres establecieron el despliegue inmediato de un mecanismo de verificación ad hoc en la ciudad de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, donde opera el M23.
De igual forma, los ministros de Asuntos Exteriores de RDC, Christophe Lutundula, Téte António de Angola y Vincent Biruta de Ruanda, recalcaron la necesidad de mantener el diálogo como prioridad para resolver el conflicto político, así como definir un calendario para acelerar la hoja de ruta firmada en julio.
La región suroriental de África atraviesa un momento de gran tensión en particular con los países involucrados en forma directa en el conflicto armado, RDC, Ruanda, Uganda y Kenia.
En los últimos meses, más de 100 mil personas fueron desplazadas y otros cientos han muerto tras el estallido de los combates entre el ejército congoleño y el M23, según fuentes oficiales.
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