De acuerdo con sus proyecciones, los conservadores tienen un 59 por ciento de posibilidades de ganar esa instancia y un 84 de superar el control de los azules en la Cámara de Representantes.
El partido que gane dos de los tres estados más reñidos probablemente ganará la mayoría de la Cámara Alta, indicó.
Las dos mejores oportunidades para los republicanos son Nevada y Georgia, mientras los demócratas esperan conseguir un escaño en Pensilvania, precisó el sitio web.
Otras elecciones al Senado son competitivas, pero el partido en el Gobierno tiene una ventaja identificable.
Por ejemplo, Arizona y New Hampshire están cerca pero se inclinan hacia las filas azules; en tanto, los republicanos probablemente mantendrán Carolina del Norte, Ohio y Wisconsin.
A su vez, para el portal especializado Sabato’s Crystal Ball, el resultado debe ser 51-49 en beneficio de los rojos, lo cual significa una ganancia neta republicana de un escaño en el Senado; así como podrían obtener más de 20 asientos los conservadores en la Cámara Baja, que ahora disponen de 212, y con ello alcanzar la supremacía.
No obstante, el presidente Joe Biden está optimista y dice que el Partido Demócrata tendrá el control mayoritario de la Cámara Alta, la cual actualmente está dividida 50-50 (48 demócratas, pero dos independientes votan con ellos), con el desempate en manos de la vicepresidenta Kamala Harris.
En las elecciones de esta jornada están en juego 35 de los 100 escaños del Senado, los 435 de la Cámara de Representantes y otros cargos a nivel estadual y local, y suelen ser duras para el partido que controla la Casa Blanca.
De sus resultados dependerá la capacidad de Biden para gobernar los dos años que le restan en el Despacho Oval, y analistas advierten que si los demócratas pierden, el exmandatario Donald Trump (2017-2021) será uno de los beneficiados.
Cualquier mayoría conservadora entrante estaría dominada por radicales pro-Trump, y ya alertaron que irán tras el Departamento de Justicia por sus investigaciones sobre el neoyorquino, centradas en su papel en el asalto al Capitolio (6 de enero de 2021) y la retención de registros gubernamentales en su mansión Mar-a-Lago.
Además, las decisiones de los votantes hoy podrían repercutir en los comicios presidenciales de 2024, en la medida en que candidatos conservadores que negaron o cuestionaron el resultado de los sufragios de 2020 salgan vencedores en estados considerados decisivos para después influir en los procesos de certificación posteriores.
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