La medida de presión impuesta desde el sábado pasado por la Asociación de Pilotos de Aerolíneas de Kenia (KALPA, por sus siglas en inglés), demanda el levantamiento de la suspensión de pagos al fondo de la previsión personal y salarios acordes por el periodo de la pandemia de la Covid-19.
El 75 por ciento de las operaciones aéreas fueron canceladas la víspera, pese a una orden judicial para suspender la huelga y la ausencia hasta el momento de un acuerdo en las conversaciones con la gerencia sobre mejores condiciones laborales.
La paralización de la aerolínea, propiedad del Estado keniano y de las compañías aéreas francesa Air France y holandesa KLM, también afecta las exportaciones porque asume la transportación de 150 toneladas de productos frescos en promedio desde Nairobi hacia Europa y Medio Oriente, según el sitio digital Africa News.
Sólo el primer día de iniciada la huelga de los pilotos, al menos 15 mil pasajeros no pudieron llegar a sus destinos finales, una situación parecida a un sabotaje económico a juicio del ministro de Transporte keniano, Kipchumba Murkomen, recientemente nombrado en el cargo.
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