La medida de presión impuesta desde el sábado pasado por la Asociación de Pilotos de Aerolíneas de Kenya (Kalpa, por sus siglas en inglés), demanda el levantamiento de la suspensión de pagos al fondo de la previsión personal y salarios acordes por el periodo de la pandemia de la Covid-19.
La jueza Anna Mwaure ordenó la víspera que “los pilotos de Kenya Airways reanuden sus funciones a las 06:00 (hora local) del 9 de noviembre de 2022 incondicionalmente».
De igual modo, indicó a la dirección de la aerolínea que permita esa reincorporación sin acoso o intimidación, y sin adoptar medidas disciplinarias contra esos trabajadores que representan el 10 por ciento de la fuerza laboral.
Esto último responde al anuncio el lunes de Kenya Airways de poner fin a su reconocimiento del sindicato y retirarse de la negociación colectiva, acusando a Kalpa de “exponer a la aerolínea a daños irreparables” por desatender una orden judicial para suspender la huelga.
La paralización de la aerolínea, propiedad del Estado keniano y de las compañías aéreas francesa Air France y holandesa KLM, también afecta las exportaciones porque asume la transportación de 150 toneladas de productos frescos en promedio desde Nairobi hacia Europa y Medio Oriente, según el sitio digital Africa News.
Sólo el primer día de iniciada la huelga de los pilotos, al menos 15 mil pasajeros no pudieron llegar a sus destinos finales, y para el lunes la cancelación de las operaciones aéreas alcanzó el 75 por ciento.
Kenya Airways afronta problemas económicos pese a la inyección gubernamental de millones de dólares para mantenerla a flote y, según cifras oficiales, la protesta pone en riesgo su recuperación al estimar las pérdidas en 2,5 millones de dólares diarios.
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