Dohan, quien prepara un informe especial sobre el impacto de las medidas unilaterales en los derechos humanos, manifestó esta postura durante una conferencia de prensa al término de su visita de 12 días a Siria.
Me sorprendió presenciar el impacto masivo y generalizado de las sanciones unilaterales sobre la situación humanitaria y de derechos humanos en un país cuya gente lucha por conseguir una vida digna después de una década de guerra, manifestó la relatora.
Explicó que muchos sirios, debido a estas medidas, tienen un acceso limitado a los alimentos, agua, electricidad, combustible, transporte y atención médica necesaria.
También aclaró que, con más de la mitad de la infraestructura vital completamente destruida o severamente dañada, la imposición de estas medidas a sectores económicos claves, incluidos el petróleo, el gas, la electricidad, el comercio y la construcción, socavó los esfuerzos encaminados a la recuperación económica y la reconstrucción.
La funcionaria de la ONU denunció también que estas medidas provocaron una grave escasez de medicamentos y equipo médico especializado, sobre todo para enfermedades crónicas, y paralizaron el proceso de rehabilitación de redes de agua potable y riego, lo que generó graves repercusiones en la salud pública y la seguridad alimentaria.
A la luz de la trágica situación humanitaria actual, instó a levantar inmediatamente todas las sanciones unilaterales que dañan gravemente los derechos humanos e impiden cualquier esfuerzo de reconstrucción, reconstrucción y recuperación temprana.
Dohan puntualizó que la violación de los derechos humanos básicos no puede justificarse hablando de las buenas intenciones de las medidas unilaterales, y pidió a la comunidad internacional a comprometerse con la solidaridad y brindar ayuda al pueblo sirio.
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