El diario The New York Times advirtió que el reflejo de esas marcadas diferencias sobre temas como el aborto, la economía, la delincuencia y la forma de la democracia representativa irán a ese nuevo parlamento.
Los republicanos de la Cámara de Representantes, aunque se resienten de un decepcionante desempeño en los comicios del 8 de noviembre, pueden todavía acumular suficientes ganancias en los distritos congresionales del oeste para reclamar una estrecha mayoría.
Sin embargo, la lentitud en el recuento de votos en toda esa parte del país y la posible pérdida de un puñado de escaños republicanos hacen que la configuración del próximo Congreso no se defina hasta la semana que vienes o más allá.
Los resultados no fueron la “ola roja” que anticiparon en su momento encuestas y analistas, pero el goteo de ganancias de los republicanos ha acercado al partido al aumento neto de cinco escaños que necesita para asegurar su corona en la Cámara Baja.
Solo en Nueva York y Florida, seis butacas pasaron de demócratas a republicanos. Otros escaños, desde Virginia y Tennessee hasta Wisconsin e Iowa, han aumentado esos totales, apuntó el periódico.
No obstante, el desempeño demócrata ha sido mejor de lo esperado, de hecho, el cineasta Michael Moore escribió en una plataforma en línea que hubo un “muro azul” que frenó la “fea ola roja”.
Los azules consiguieron importantes ganancias en Carolina del Norte, Michigan y Ohio. Y otros escaños republicanos, entre ellos el de la representante Lauren Boebert en Colorado, continúa en problemas, lo que deja a los demócratas con un camino muy estrecho para conservar su mayoría.
Sobre el dominio en el Senado podría no saberse el número final hasta dentro de algunas semanas.
En Nevada, el republicano Adam Laxalt aventaja por poco a la senadora demócrata en funciones, Catherine Cortez Masto.
Los funcionarios electorales del condado de Clark, en Las Vegas, deben esperar allí hasta el martes los votos emitidos por correo, lo cual significa que el recuento final no se anunciará hasta después de ese día.
Mientras que, en Arizona, el senador demócrata Mark Kelly mantiene su ventaja sobre Blake Masters, pero también el recuento es lento.
La última carrera pendiente es la de Georgia, donde el senador demócrata Raphael Warnock y su contrincante, Herschel Walker, deberán volver a medirse ante los votantes en una segunda vuelta el 6 de diciembre.
Biden consideró ayer en una rueda de prensa que la jornada electoral del martes dio algo de alivio tras desafiar pronósticos y que fue un buen día para la democracia.
También aprovechó el encuentro con los periodistas para advertir que su intención de presentarse a la reelección en 2024 se mantiene, pero que su decisión la dará a conocer “sin prisa” a inicios del venidero año.
Pese a todo, el actual ocupante del Despacho Oval parece que ha tenido las mejores elecciones de mitad de mandato de cualquier presidente en 20 años.
Evitó la «paliza» que sufrieron sus predecesores, aunque una estrecha mayoría republicana en el Congreso podría descarrilar su agenda legislativa el tiempo que le queda en la mansión ejecutiva.
La Casa Blanca lleva meses insistiendo en que Biden tiene la intención de buscar otros cuatro años en el poder, a pesar de la preocupación de un segmento de los demócratas que ven como un problema su edad y por el obstinado bajo índice de aprobación mostrado, reportó el diario The Hill.
Dos tercios de los votantes encuestados en un sondeo a pie de urna de NBC News durante la jornada electoral del martes rechazaron la idea de que Biden sea el candidato presidencial demócrata en 2024.
Las elecciones intermedias pusieron en disputa los 435 escaños de la Cámara de Representantes, cuyos miembros son elegidos cada dos años, y 35 de los 100 del Senado, donde cada legislador tiene un periodo de seis.
Además, se eligieron a los gobernadores de 36 de los 50 estados y otros cargos a nivel estatal y local.
Estos comicios rompen récord histórico de gasto para las contiendas de su tipo, ya que se calcula que las cifras superarán los 16 mil 700 millones de dólares.
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