En una nota divulgada este jueves, la entidad financiera declaró desierta la venta porque la única oferta recibida estaba muy por debajo de un mínimo razonable y era inaceptable.
La propuesta era menor al valor del Banco, estimado en 900 millones de dólares.
La institución consideró que la oferta fue inferior a lo esperado, entre otras razones, por el incremento del riesgo financiero en Ecuador y la incertidumbre por los procesos legales y políticos en el país.
El gobierno del presidente Guillermo Lasso esperaba recibir esos fondos para utilizarlos en 2023, cuyo proyecto de presupuesto estima ingresos por más de mil millones de dólares por la venta de activos estatales.
A pesar de las circunstancias, el Ejecutivo insiste en deshacerse de la institución y el próximo año abrirá un nuevo proceso de venta.
El banco estatal asegura que presenta una considerable mejoría como empresa con utilidades cercanas a los 300 millones de dólares.
En 2009, el Banco de Guayaquil, del cual el presidente Lasso es uno de los principales accionistas, envió una carta al entonces mandatario Rafael Correa, manifestando su interés de comprar las acciones totales del Banco del Pacífico.
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