La entidad internacional especializada acotó que esto significa un alza de 10 por ciento con respecto a 2021, y que el incremento está influido por los elevados precios en el mercado actual.
Asimismo, la FAO advirtió que la facturación de las importaciones de insumos agrícolas, en particular de fertilizantes, podrá crecer en un 48 por ciento.
Ante esta realidad, la institución alertó que las consecuencias serían dramáticas para los países más vulnerables, que ya sufren de inseguridad alimentaria.
En su informe semestral titulado Perspectivas alimentarias, esta agencia de la ONU enfatizó que las naciones importadoras pobres pagarán más y obtendrán mucho menos.
La mayor parte del aumento de la factura es debido a los países de renta alta, que incrementarán los volúmenes de compra, por muy altos que estén los precios, subrayó la FAO.
Remarcó que, en cambio, las economías más vulnerables desembolsaron una suma similar a la del año pasado para adquirir alimentos, pero con una disminución de un 10 por ciento en volumen.
El informe de la FAO refirió además que en los países importadores el alza de los precios está agravada por la depreciación de sus monedas frente al dólar, principal divisa en los mercados internacionales.
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