Anteriormente, el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, declaró que Kiev estaba dispuesto a negociar, pero bajo sus condiciones, incluida la exigencia de un cambio de liderazgo en Rusia.
El mandatario estadounidense, Joe Biden, también afirmó que deseaba que la operación rusa terminara de forma diplomática, sin aportar detalles.
El conflicto en Ucrania puede terminar después de que se logren los objetivos de la operación militar especial o alcanzando los mismos a través de las negociaciones de paz, lo que también es posible, aseguró Peskov.
Más adelante recordó que la región de Jersón es uno de los sujetos de la Federación de Rusia, lo cual fue determinado en la legislación rusa, y esa situación no está sujeta a ningún cambio.
Peskov destacó que el Kremlin no se arrepiente de haber admitido que la provincia de Jersón se uniera a Rusia.
La ceremonia de adhesión se celebró el 30 de septiembre.
Durante este acto, el presidente ruso, Vladímir Putin, firmó con los jefes de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk y los de las regiones de Zaporozhie y Jersón los acuerdos sobre la inclusión de estos territorios en la Federación de Rusia.
Antes de ello, en estos territorios se celebraron referendos y los residentes locales apoyaron la adhesión a Rusia por abrumadora mayoría de votos.
El 9 de noviembre, el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, a propuesta del comandante de las tropas que participan en la operación militar en Ucrania, Serguéi Surovikin, ordenó que los efectivos desplegados en la región de Jersón se retiren a la orilla izquierda del río Dniéper.
El 24 de febrero, Vladímir Putin anunció que Rusia realizaría una operación militar especial en Ucrania en respuesta a la solicitud de ayuda de los líderes de las repúblicas de Donbás.
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