De acuerdo con una nota oficial divulgada este lunes por el diario Avvenire y otros medios locales, ambos mandatarios reafirmaron en el intercambio la importancia de fortalecer los vínculos bilaterales y del restablecimiento de las condiciones para fomentar los mismos.
En un comunicado conjunto, difundido de manera simultánea por las respectivas presidencias, se subraya la disposición de los dos estados para mantener una «plena cooperación en todos los sectores», tanto entre esos países como en el marco de la Unión Europea (UE).
El diálogo se centró en el actual diferendo migratorio entre Italia y Francia, surgido luego de que este último país anunció medidas de represalia contra Roma, por negar un puerto seguro al buque humanitario noruego Ocean Viking, que finalmente atracó en el puerto galo de Tolón.
En una reciente entrevista con el diario Le Parisien, la ministra francesa de Relaciones Exteriores, Catherine Colonna, manifestó que “es una decepción muy fuerte, Italia no respeta ni el derecho internacional ni la ley marítima”.
Colonna anunció que “si Italia persiste en esta actitud, habrá consecuencias. Por nuestra parte, hemos suspendido el mecanismo de reubicación de inmigrantes desde Italia y reforzado los controles en las fronteras franco-italianas. Se debe recordar a Roma su deber de humanidad, y esperamos que entienda el mensaje”.
Por su parte el canciller italiano, Antonio Tajani, calificó de desmesurada la posición de París y abordará el asunto en una reunión con sus homólogos de la Unión Europea (UE) que tendrá lugar este lunes en Bruselas, sede de ese organismo regional.
El viernes último la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, criticó públicamente la suspensión por Francia del plan para aceptar tres mil 500 solicitantes de refugio, como respuesta al incidente con el buque Ocean Viking, operado por la organización no gubernamental (ONG) SOS Mediterránee.
Meloni señaló que “el barco Ocean Viking es la única ONG que ha atracado en Francia y trajo consigo 234 migrantes, esto ha generado una reacción muy dura contra una nación, Italia, que ha recibido casi 90 mil migrantes desde principios de este año”.
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