Las fuerzas turcas presentes ilegalmente en nuestro territorio y los grupos armados ilegales que operan bajo su mando, bombardean constantemente las instalaciones de la planta Alouk que dejó de funcionar desde hace más de tres meses, Explicó Cancillería por medio de una declaración.
Agregó que los uniformados de Ankara impiden el acceso de los equipos de especialistas a la planta para repararla, así como atacaron la línea eléctrica que alimenta la misma, lo cual dejó sin este líquido a cientos de miles de residentes en la ciudad de Hasakeh y sus alrededores.
El texto tachó la acción de un crimen de guerra y de lesa humanidad, así como un castigo colectivo contra los civiles, especialmente los grupos vulnerables como los niños, las mujeres y los ancianos.
El Ministerio sirio instó a la comunidad internacional y a las Naciones Unidas que actúen de inmediato para poner fin a todas estas violaciones, y manifestó que ya no es aceptable continuar guardando silencio ante las mismas.
Siria deploró en ocasiones anteriores lo que llamó “guerra del agua” por parte del gobierno turco al privar del líquido a cientos de miles de habitantes en la ciudad de Hasakeh, además de reducir el caudal del río Éufrates lo que dejó afectaciones considerables para tres millones sirios que viven de la agricultora en Raqa, Hasakeh y Deir Ezzor.
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