Los Diablos Rojos, segundos del ranking de la FIFA y semifinalistas en el anterior mundial, Rusia-2018, realizaron ayer su primer entrenamiento en Tubize y partirán en la tarde de esta capital con destino a Kuwait, que acogerá el viernes el único partido preparatorio del equipo, frente a Egipto.
El director técnico Roberto Martínez consideró que jugar contra un rival africano en un país del Medio Oriente cumple todos los criterios previstos con la mira en el magno torneo, en el que Bélgica es la favorita del grupo F, que incluye a la peligrosa Croacia, vigente subcampeona, Canadá y Marruecos.
La nómina belga tiene a estrellas como el arquero del Real Madrid Thibaut Courtois, el volante del Manchester City Kevin de Bruyne, el capitán Eden Hazard (Real Madrid) y el atacante Romelu Lukaku (Inter de Milán).
Sin embargo, las lesiones han golpeado a Hazard y Lukaku en los últimos años, lo cual explica un bajón en su rendimiento y muchos menos minutos en cancha con sus clubes, con el delantero del Inter y goleador histórico de los Diablos Rojos (68) en la peor situación, ya que llegará a Qatar con mínimas opciones de jugar en la fase de grupos.
La víspera, en declaraciones a la prensa, Hazard mostró su confianza en que será titular en el mundial y en que rendirá a la altura de su calidad.
Quiero probarle al pueblo de Bélgica que puede contar con su capitán, este será mi tercer mundial y quizá la última oportunidad de esta bella generación de futbolistas de ganar un torneo y lo daremos todo para lograrlo, afirmó.
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