Aunque desde el lunes todas las proyecciones daban la victoria a Hobbs, Lake indicó que reúne un equipo legal que está «recogiendo pruebas y datos» relativos al proceso electoral.
«Tengan la seguridad de que he reunido al mejor y más brillante equipo legal y estamos explorando todas las vías para corregir los muchos errores que se han cometido esta última semana», dijo en un discurso en vídeo publicado este jueves.
Estoy haciendo todo lo que está en mi mano para corregir esos errores, subrayó Lake, cuya actitud no sorprende, porque en múltiples ocasiones la candidata respaldada por el expresidente Donald Trump eludió las preguntas sobre si aceptaría los resultados de su elección.
Desde el día de los comicios, Lake ha llamado a los funcionarios electorales «incompetentes», y poco después de que Hobbs fuera proyectada como ganadora, tuiteó: «Los arizonenses reconocen los errores cuando los ven».
También afirmó que hubo un mal funcionamiento de las impresiones en el condado de Maricopa, el más poblado del estado y que incluye a Phoenix, la capital, calificándolo de «imperdonable», así como que se privó de derechos a los votantes.
Al menos 70 de los 223 centros de votación del condado en la madrugada del día de las elecciones utilizaron impresoras que produjeron boletas con tinta demasiado clara para que las máquinas de tabulación pudieran leerlas, reportó el diario The Hill.
Funcionarios electorales del condado rechazaron repetidamente las acusaciones de Lake, advirtiendo que a nadie se le negó la oportunidad de votar incluso aseguraron que el problema afectó a menos del siete por ciento de las boletas del día de los comicios.
La campaña de Lake y los grupos republicanos pidieron una ampliación de la votación en persona en la jornada de las elecciones en el condado justo antes de que se cerraran las urnas, pero un juez estatal rechazó la moción al alegar que no existían pruebas de que a un votante se le impidiera emitir su sufragio.
Algunas de las alegaciones de Lake también fueron respaldadas por Trump, quien entró formalmente en la contienda presidencial de 2024 el martes.
La frustrada aspirante a gobernadora apoyó a Trump en su carrera hacia la Casa Blanca y es una de sus más fieles seguidoras.
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