Así lo dio a conocer hoy la alcaldesa de Petrer, el concejal de Cultura y Patrimonio, el director del Museo y uno de los codirectores de la excavación han sido los restos de los muros de una posible basílica datada entre mediados del siglo IV y comienzos del V d.C.
Un nuevo mosaico polícromo, de cuatro colores, similar al hallado en 1975 en la calle Constitución, aparece también en los hallazgos.
Según el diario español de Alicante, Fernando Portillo, concejal de Cultura, destacó la arqueología pública, refiriéndose al hecho de contar, “explicando lo que va apareciendo en ese concepto de arqueología pública que pensamos que es tan importante para mantener informados e ilusionados a los vecinos y a los amantes del patrimonio”.
“El avance continúa y ha aparecido un segundo mosaico y una planta de lo que parece evidente que puede ser una basílica, lo cual da a entender la importancia que adquirió esta villa, de la transformación en su época final a nuevas formas de vivir, a la incorporación del culto cristiano”, dijo Portillo.
La alcaldesa, Irene Navarro, recordó que en 1975 se marcó un antes y un después en el patrimonio, la arqueología y la cultura de Petrer.
“Cuando pensábamos que todo estaba tranquilo llegaron a la plaza de Baix esas catas arqueológicas y llegó un momento muy dulce para nuestra ciudad en cuanto a patrimonio y arqueología”, comentó.
Fernando E. Tendero, director del Museo Dámaso Navarro, remarcó que tras el hallazgo de la entrada al refugio de la Guerra Civil, los restos de Villa Petraria, la columna singular de época bajo imperial y un mosaico, “cuando ampliamos la excavación, empezó a salir un edificio singular con una sala cuadrangular y un ábside en la parte de la cabecera”.
Se trata de una instalación que data entre finales del siglo IV y comienzos del siglo V d.C (última fase de Villa Petraria) que presenta una planta basilical formada por una estancia de forma cuadrada con 36 metros cuadrados de cuerpo y un ábside de 16 metros cuadrados en la cabecera, con una orientación noreste-suroeste.
Tendero detalló que en la zona del ábside, ha aparecido un segundo mosaico con decoración geométrica y polícroma, del que se conserva un 50 por ciento de su totalidad.
“Este edificio de planta basilical ha supuesto una gran sorpresa ya que podría corresponder a una estancia de prestigio en la última reforma de la villa ordenada por el propietario o, también cabe la hipótesis que tenga un uso religioso como basílica (…)”, expresó.
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