La decisión de Polonia, que es el actual presidente de la OSCE, de vetar la participación de Lavrov en la reunión que tendrá como sede la ciudad de Lodz los días 1 y 2 de diciembre, es una acción provocativa sin precedentes, dice el comunicado emitido este sábado en el sitio de la cancillería rusa.
El documento subraya que lo ocurrido es incompatible con la condición de presidente de la organización, en la cual participan como Estados soberanos e independientes en igualdad de condiciones 57 países.
Durante el año, Varsovia derrumbó los cimientos de la OSCE, la mayoría de los eventos clave se cancelaron o se llevaron a cabo en un formato paralelo, destacó la nota.
Ante este imprevisto, la delegación rusa la encabezará su embajador ante la OSCE, Alexander Lukashevich, aseguró el Ministerio de Exteriores.
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