Una amplia representación de cultores de las diferentes expresiones artísticas de ese territorio, en esa nación, protagoniza por estos días la jornada de Alvarado en La Habana, un proyecto que tiene como voces líderes a la alcaldesa Lizette Álvarez Vera y al director del proyecto Timbalaye, Ulises Mora.
Según destacó Mora en el programa A la hora de Lola, del estudio multimedial del Ministerio de Cultura de la isla, la iniciativa tuvo como punto de partida las celebraciones de la icónica ruta en México, el pasado 26 de julio, lo cual permitió detectar el potencial de esa ciudad para colaborar.
“Les propusimos estar en el festival pero por algunas razones no pudieron estar”, comentó Mora, al referirse al evento que tuvo su 14 edición en el mes de septiembre con la premisa de vindicar la herencia africana presente en la rumba y en los patrimonios materiales e inmateriales de Cuba y el mundo.
Por su parte, Álvarez remarcó la disposición de suscribir acuerdos con instituciones de la mayor de las Antillas, con el propósito de “crear lazos de amistad y hermandad entre pueblos y comunidades en los que la cultura florece y sirve de puente seguro para unir fronteras geográficas a través de las expresiones folklóricas, símbolo de identidad y esencia entre las naciones».
Asimismo, destacó la presencia de una delegación integrada por el ballet Folclórico Internacional Alvarado y la Casa de Cultura Narciso Cerradel Sevilla, que constituyen un ejemplo del desarrollo artístico de la urbe mexicana, sus expresiones autóctonas y diversidad estética.
Uno de los puntos estratégicos de estas acciones de intercambio recae en la labor comunitaria, como piedra angular de la preservación de las tradiciones e identidad, por lo cual una de las paradas de la alcaldesa fue el Consejo Nacional de Casas de Cultura y la fundación Fernando Ortiz.
Nuestra presencia aquí busca lograr un hermanamiento entre Alvarado y Cuba en temas como educación y cultura, afirmó Álvarez Vera, mientras recordó la visita a varias instituciones gubernamentales y del sector de las artes, que auguran un excelente resultado para ambos pueblos.
De esta manera, la alianza apuesta no solo por el intercambio de saberes, sino por la preservación de la cultura, de las raíces y las tradiciones, así como la difusión de las diversas expresiones entre las nuevas generaciones, al tiempo que consolida los lazos de amistad entre dos naciones que atesoran una historia común de resiliencia.
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