El magistrado Emerson Curipallo de la Unidad Penal de Santo Domingo de los Tsáchilas emitió una boleta de libertad a favor del exvicemandatario, quien deberá presentarse una vez por semana en Guayaquil y tendrá prohibida la salida del país.
Glas, que lleva cinco años tras las rejas, es considerado víctima de la judicialización de la política y esperaba por la definición de la fecha de una audiencia que decidiera su liberación, pero esta nueva medida le permite aguardar el fallo definitivo fuera de prisión.
A inicios de noviembre la Corte Nacional de Justicia desestimó la acusación contra el exvicegobernante y otros seis implicados en supuestas irregularidades de contratos para la extracción de petróleo en el campo Singue durante el gobierno de Rafael Correa (2007-2017).
Con ese fallo la defensa solicitó la unificación de penas para acceder a la prelibertad tras cumplir pena por supuestos delitos de asociación ilícita en el caso Odebrecht y por cohecho agravado en la causa conocida como Sobornos, por la cual también fue condenado en ausencia Correa.
A Glas le negaron dos habeas corpus, uno de ellos le permitió salir de la cárcel por varios días este año, pero la medida fue anulada ante la presión política y mediática.
Su defensa, así como juristas y activistas por los derechos humanos coinciden en que no existen pruebas para demostrar ninguno de los delitos por los cuales fue encausado.
Glas es considerado el símbolo más verídico del «lawfare» en Ecuador, donde la persecución desatada por el gobierno de Lenín Moreno contra seguidores de las ideas de Correa, quien presidió el país en la llamada Década ganada, obligó a muchos de ellos a exiliarse fuera del país.
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