Según notificó la Casa Blanca, el gobierno de Joe Biden compartirá el rol de anfitrión con Costa Rica, Países Bajos, Corea del Sur y la República de Zambia.
La cita reunirá a líderes mundiales en un formato virtual y plenario, seguido de encuentros en cada uno de los países organizadores con representantes del gobierno, la sociedad civil y el sector privado.
Entre los temas de la agenda aparecen los desafíos a la gobernanza responsable y transparente, los conflictos, el cambio climático y la transformación tecnológica, precisa un comunicado de la mansión ejecutiva.
La anterior Cumbre para la Democracia auspiciada por el presidente de Estados Unidos concluyó el 10 de diciembre del pasado año tras dos jornadas sin que los participantes en forma virtual concretaran acuerdo alguno.
Desde sus inicios el encuentro fue considerado como una apuesta arriesgada y expertos señalaron que devino un intento de pulsar el enfrentamiento con China y con Rusia, naciones con gobiernos elegidos legítimamente.
Según el periódico The Hill, el esfuerzo de la Casa Blanca también pretendía revitalizar la imagen estadounidense como una “democracia saludable”, algo empañado por el ataque de una multitud al Capitolio el 6 de enero de 2021.
La publicación digital www.moonofalabama.org calificó a la convocatoria inicial de diciembre de 2021 de «circo» y dijo que estaba concebida como “un espectáculo propagandístico”.
Mientras, el diario Politico comentó que el encuentro ocurrió mientras la democracia norteamericana enfrenta amenazas, desde luchas partidistas que socavan la elaboración de leyes, hasta insurrectos dispuestos a atacar al Congreso.
Países como China y Cuba cuestionaron que Estados Unidos, nación polarizada y con tantos problemas internos, pueda dar lecciones a otros, y criticaron los esfuerzos para obligar al mundo a copiar el modelo democrático occidental.
El exlegislador republicano por Texas Ron Paul reprochó el evento y dijo que “ninguno de los líderes extranjeros aduladores agraciados con una invitación al banquete se atreve a señalar que Washington se dedica a socavar la democracia en el extranjero, no a promoverla”.
rgh/cgc