La iniciativa – que sumó 12 republicanos a los demócratas- promueve que el Gobierno federal reconozca el matrimonio entre dos personas del mismo sexo si es legal en el estado donde se casaron, un principio que aplicará de forma similar a las bodas interraciales.
Aunque algunos criticaron la legislación por quedarse corta y por complacer a los grupos religiosos, la votación del Senado (61-36) la víspera fue ampliamente anunciada como un progreso histórico.
«Hoy celebramos esta victoria, mañana seguiremos luchando por la justicia y la equidad que todo estadounidense merece», expresaron los que están a favor de la medida.
Aplaudimos al grupo bipartidista que entendió la urgencia y trabajó duro para encontrar el camino para mitigar los daños en caso de que el Tribunal Supremo tomara el paso escandaloso y discriminatorio de borrar el derecho fundamental al matrimonio, señalaron.
Al saludar el sufragio, Mary Bonauto, directora senior de derechos civiles y estrategias legales de la organización GLBTQ Legal Advocates & Defenders (GLAD) expresó que como atestiguan los votos en el Congreso, esas personas “pertenecen y forman parte de nuestras familias, nuestras comunidades y nuestro país”.
Esta es una victoria crítica en el camino hacia el día en que todos los seres humanos estén plenamente protegidos de la discriminación y tengan la libertad de tomar decisiones sobre sus vidas y familias, apuntó.
En julio, la Cámara de Representantes, que avaló entonces una propuesta parecida, tendrá ahora que volver a considerar en el pleno el proyecto modificado.
Según la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, la votación será la próxima semana y de inmediato la enviarán a la mesa del presidente Joe Biden para que, con su firma, la convierta en ley.
El mandatario opinó que, con la aprobación bipartidista de este martes en la Cámara Alta de la Ley de Respeto al Matrimonio, “Estados Unidos reafirmará una verdad fundamental: el amor es amor y los estadounidenses deberían poder casarse con la persona que aman».
Las uniones igualitarias en Estados Unidos fueron certificadas por el Supremo desde 2015.
Sin embargo, con la anulación el pasado 24 de junio de la histórica sentencia de Roe vs. Wade de 1973, que brindó protección legal al aborto en los últimos 50 años, muchos muestran preocupación por el destino que podría deparar en un futuro cercano al matrimonio entre personas del mismo sexo.
Biden advirtió que cuando reciba el proyecto lo firmará “con prontitud y orgullo” para convertirlo en ley.
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