Según destacó este miércoles Ermakov a la agencia Sputnik, no existen pruebas que sugieran que Teherán tenga la intención de reconsiderar su participación en el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y dedicarse al desarrollo de un dispositivo explosivo nuclear.
Según el represente del ente diplomático, las especulaciones al respecto las hacen aquellos que, o bien poseen ellos mismos armas nucleares, o bien son estados no poseedores de las mismas pero las albergan voluntariamente en su territorio.
Ermakov precisó que Irán ha sido y sigue siendo un actor de buena fe del Tratado de No Proliferación Nuclear.
El Plan de Acción Integral Conjunto sobre el programa nuclear iraní (PAIC), sellado en 2015, eliminó de forma definitiva e irrevocable todos los interrogantes que el OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica) tenía entonces sobre Teherán, precisó.
Después de ello, Irán siguió siendo el Estado más verificado entre los miembros de la agencia durante varios años y no se detectaron desviaciones de sus obligaciones, aseguró Ermakov.
El TNP, en vigor desde 1970, solo permite a Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, China y Rusia (en reemplazo de la Unión Soviética) poseer armamento nuclear y les prohíbe transferir a cualquier otra nación este tipo de armas o el control sobre las mismas.
Las cláusulas del acuerdo también prohíben a estos cinco Estados ayudar a los países no poseedores de armas nucleares, sean o no parte del Tratado, a fabricar, adquirir o tener control sobre las armas y dispositivos de destrucción masiva, mientras que estos últimos se comprometen a no desarrollarlas.
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