Alfredo Boada Mola*
La populosa nación del sur de Asia experimenta un ingente crecimiento en los últimos años que la convierte en una potencia emergente en la región de Asia y también a escala global.
El tamaño de su economía en términos de efectivo nominal en el trimestre que culminó en marzo pasado fue de 854 mil 700 millones de dólares, mientras el Reino Unido sumó en el mismo periodo 816 mil millones de dólares, según la compañía estadounidense de asesoría financiera Bloomberg.
India marcha solamente por detrás de Estados Unidos, China, Japón y Alemania, en cuanto al PIB, pero los pronósticos auguran que superará a la nación germana en 2027 y al país nipón en 2029, si continúa su ritmo actual de desarrollo, para catapultarse como la tercera economía del orbe.
Tiene una diversificada base de producción, que desplegó durante décadas con una estrategia de sustitución de importaciones.
El trigo y el arroz son los principales rubros agrícolas y entre las manufacturas sobresalen los productos petroleros, farmacéuticos, electrónicos, textiles y prendas de vestir, hierro y acero, automóviles y maquinaria, piedras preciosas y joyas.
Actualmente, Nueva Delhi busca estabilizar su economía, que estuvo perturbada como consecuencia de la crisis originada por la Covid-19, que condujo a la pérdida generalizada de puestos de trabajo y afectó gravemente la demanda interna, todavía sin recuperar los niveles anteriores al periodo pre-pandémico.
La caída del consumo nacional, uno de los factores que más impulsa el crecimiento económico del país, fue parcialmente compensada por el alza de las exportaciones, con un récord de 421 mil millones de dólares en la etapa 2021-2022, lo cual contribuyó a la recuperación económica.
En medio de la ralentización de la economía mundial, todas las miradas están puestas en el desenvolvimiento de su PIB.
Se espera que la tasa de crecimiento económico de este país surasiático se sitúe entre el 6,5 por ciento y el 7,1 por ciento durante el actual año fiscal 2022-23, de acuerdo con Deloitte, la empresa de servicios profesionales más grande del mundo y una de las cuatro mayores auditoras.
«India registrará un crecimiento del PIB entre 6,5 y 7,1 por ciento durante 2022-23 y del 5,5 al 6,1 por ciento el año siguiente, dependiendo de la reactivación de la economía mundial y la mejora de los fundamentos económicos», señaló Deloitte.
En tanto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó esa proyección del 7,1 por ciento al 6,8 por ciento. No obstante, será la principal economía del planeta con un crecimiento más rápido.
NUEVO GIGANTE EMERGE
India va camino de ser la tercera economía del mundo para 2027 (superaría a Japón y Alemania) y también tendría el tercer mercado de valores en 2030, de acuerdo con las tendencias globales e inversiones en tecnología y energía.
Se trata del país que más avanza en el orbe, con un alza promedio del producto interno bruto de 5,5 por ciento en la última década, según un informe del banco de inversión global Morgan Stanley.
Su participación en las exportaciones podría duplicarse en ese período, mientras su Bolsa de Valores registraría un crecimiento anual del 11 por ciento, con una capitalización de mercado de 10 billones de dólares en la próxima década.
Chetan Ahya, economista jefe para Asia de Morgan Stanley, y sus colegas pronostican que para 2027 India será la tercera economía del mundo con un PIB que aumentará en los próximos 10 años hasta 8,5 billones de dólares desde los actuales 3,4 billones de dólares.
EL FENÓMENO INDIA
A la región donde se asienta hoy este país se le adjudican antiguos inventos y descubrimientos muy útiles como el algodón, la tinta, los botones, el ajedrez, las ecuaciones de segundo grado en Matemáticas, el juego de cartas, las cirugías plásticas y de cataratas, la telegrafía sin hilo, el código binario, el acero, el champú, la fibra óptica y el hallazgo de agua en la Luna por el satélite Chandrayaan-1.
Con una población que ronda los mil 400 millones de habitantes, es un gigante que avanza en varios campos de la ciencia y la tecnología, pese a seguir siendo una nación en desarrollo con millones de personas en medio de la pobreza. Ocupa el tercer lugar mundial entre los destinos de inversión más atractivos para las transacciones tecnológicas y es uno de los mejores en investigación científica, y entre las cinco primeras naciones en la exploración espacial.
El puerto espacial de Sriharikota, una isla barrera situada frente a la costa del estado de Andhra Pradesh, aguarda por los primeros astronautas o vyomanautas (vyoma significa espacio o cielo en sánscrito) que India enviará al espacio como parte de la Misión Gaganyaan (nave espacial en hindi).
Cuando se logre este objetivo de la Organización India de Investigación Espacial, esta nación se uniría a la lista iniciada en 1961 por la Unión Soviética, representada en la actualidad por Rusia, y que continuaron luego Estados Unidos y China, los únicos países en enviar misiones tripuladas al espacio.
También es el mayor proveedor mundial de medicamentos genéricos por volumen, con el 20 por ciento del total de las exportaciones farmacéuticas globales.
El Instituto Suero de la ciudad de Pune, una empresa de biotecnología y medicamentos, es el mayor fabricante de vacunas del mundo, entre ellas las empleadas contra la Covid-19.
Los factores impulsores del desarrollo tecnológico indio son el bajo coste de explotación, las políticas gubernamentales, la disponibilidad de mano de obra calificada, la rápida introducción de las tecnologías de la información en telecomunicaciones, banca, servicios financieros y seguros, entre otros sectores.
Además, el fuerte crecimiento de la demanda de exportaciones, las zonas económicas especiales establecidas por el gobierno y la adopción de nuevas tecnologías como la computación en la nube, la inteligencia artificial y el Big Data.
La nación ocupa actualmente la cuarta posición del mundo en términos de capacidad de energía renovable instalada, la quinta en energía solar y el cuarto escalón en energía eólica, según un informe del Buró de Información del gobierno.
En los últimos años, logró relevancia internacional por sus servicios de tecnologías de la información y sorprende su espectacular avance en la industria del software, mientras edifica modernos parques tecnológicos y las universidades locales gradúan profesionales altamente calificados.
Según el Índice Mundial de Innovación de 2021, India es líder en Asia Central y Meridional, la segunda entre los países de ingresos medianos y bajos y ostenta el liderato en la exportación de servicios de tecnología de la información y la comunicación.
Además, cuenta con puestos elevados en cuanto a la diversificación de la industria nacional y los graduados en ciencia y energía.
Las ciudades indias de Bengaluru, Nueva Delhi y Bombay figuran entre los 100 polos de ciencia y tecnología más importantes del orbe y es relevante la creciente colaboración entre las empresas transnacionales y las compañías y centros de investigación indios en las ramas química y farmacéutica.
El segundo país más poblado del planeta es igualmente el segundo exportador en la industria del software, detrás de Estados Unidos, al enviar al exterior 70 por ciento de su producción.
En noviembre de este año asumió la presidencia de la Asociación Mundial de Inteligencia Artificial (GPAI), que agrupa a 25 naciones, entre ellas Estados Unidos, Reino Unido, Unión Europea, Australia, Canadá, Alemania, Italia, Japón, México, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Singapur.
Se espera que este sector añada entre 450 mil y 500 mil millones de dólares al PIB de la India para 2025 y hasta 967 mil millones de dólares para 2035.
*Corresponsal jefe de Prensa Latina en la India
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