Especialistas señalaron que el visto bueno del gobierno polaco permitirá a la UE avanzar en la aprobación formal del acuerdo durante el próximo fin de semana.
Las autoridades de Varsovia presionaron en las negociaciones para que el tope fuera lo más bajo posible, y reservaron su aprobación del acuerdo hasta examinar un mecanismo de ajuste que mantuviera el límite por debajo del precio del mercado, remarcaron los expertos.
En ese sentido, Sados apuntó que el mecanismo del acuerdo final mantendría el tope de precios al menos un cinco por ciento por debajo del precio de mercado.
La medida propuesta por la UE es una idea de los países del Grupo de los Siete, que intenta influir en la reducción de los ingresos de Rusia por la venta del carburante.
Asimismo, pretende evitar una subida de los precios mundiales del petróleo tras la entrada en vigor el 5 de diciembre próximo de un embargo del bloque comunitario sobre el crudo ruso, advirtieron los expertos.
Según dichos especialistas, el tope de precios del G7 permitirá a los países no pertenecientes a la UE seguir con la importación desde Rusia por vía marítima, pero prohibirá a las compañías de transporte marítimo, de seguros y de reaseguros manipular cargamentos de dicho carburante en todo el mundo.
La medida solo queda sin acción real a menos que se venda el crudo a un monto inferior al tope de precios, detallaron los especialistas.
La propuesta inicial del G7 puesta sobre la mensa la semana pasada consistía en fijar un precio máximo de entre 65 y 70 dólares por barril, sin ningún mecanismo de ajuste.
Sin embargo, ya el carburante cotizaba a la baja y Polonia, Lituania y Estonia abogaron por un precio inferior, resaltan los analistas.
El Grupo de los Siete es un foro político intergubernamental conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, donde la UE cuenta con representación política.
rgh/yag