A partir de protestas y denuncias de terceros, en particular de organizaciones no gubernamentales, el órgano de 24 Estados miembros abordó el tema en la continuación de los debates de su decimoséptima sesión, acogida por Marruecos, en la que el personaje “Sauvage” (Salvaje) recibió una enérgica condena por su proyección discriminatoria hacia los afrodescendientes.
El Ducasse d’Ath forma parte de la tradición popular de las procesiones de gigantes y dragones en nueve ciudades de Bélgica y Francia, inscritas en el patrimonio cultural inmaterial de la humanidad desde 2008.
De acuerdo con el Comité, el elemento como tal sigue registrado en la Unesco, pero sin el citado festival, que mantuvo al “Sauvage” este año en los desfiles, aunque con cambios en sus atributos a partir de la polémica generada.
La tradición que se ha ido enriqueciendo desde la Edad Media constituye en la actualidad una fiesta popular de varios días en localidades de los dos países, marcada por los gigantescos personajes, muñecos que pueden medir hasta nueve metros de altura y superar los 300 kilogramos de peso.
Después de intervenciones que repudiaron con severidad las manifestaciones de racismo y discriminación, la delegación belga apoyó el rechazo a las mismas y solicitó formalmente la retirada de la celebración de la lista de la Unesco representativa del patrimonio cultural inmaterial. En su decisión, el órgano subrayó que las prácticas racistas son analizadas con mucha seriedad por el ente multilateral, por ser contrarias a sus principios de respeto a la dignidad, la equidad y el entendimiento entre los pueblos y las comunidades.
El subdirector general de la Unesco para la Cultura, Ernesto Ottone, explicó que las procesiones de gigantes y dragones en Bélgica y Francia entraron en el patrimonio mundial por un mecanismo previo, que consistía en la aceptación de obras maestras, concretamente en 2005, cuando no existía la actual estructura del Comité encargado de aplicar la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial (2003).
Entre las duras declaraciones escuchadas en la sala estuvieron las de países africanos como Angola, Botsuana y Costa de Marfil; Alemania, cuyo representante consideró intolerable e inaceptable el personaje del “Sauvage”, y Paraguay, que llamó a actuar con energía frente a casos de este tipo.
Quedó claro en las intervenciones que la condena es al personaje y no al país donde se realiza la procesión.
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