La decisión llegó en la reunión realizada esta jornada, mientras los mercados de este recurso fósil se esfuerzan por evaluar el impacto de la desaceleración de la economía china en la demanda y del tope al precio del petróleo ruso por parte del Grupo de los Siete (G7, de las economías más industrializadas) en la oferta, remarcaron expertos del sector.
La OPEP+ (integrada por los países exportadores de petróleo y sus aliados liderados por Rusia) recortó la producción del combustible en dos millones de barriles diarios, alrededor del dos por ciento de la demanda mundial, desde noviembre hasta finales de 2023.
Un comunicado de la organización apuntó que la disminución obedece a unas perspectivas económicas más débiles, pues los precios del petróleo bajaron desde octubre debido a la desaceleración del crecimiento chino y mundial, y a la subida de las tasas de interés.
Al respecto, los mercados especulan que el grupo podría volver a recortar la producción, señalaron los especialistas.
Subrayaron que esta decisión enfureció a Estados Unidos, la nación con mayor índice de compra de barriles de petróleo diario, ya que podría significar precios más altos para el crudo y sus combustibles derivados.
Un escenario desventajoso para este país, que se encuentra en una lucha campal contra la inflación y cuyo banco central aplica medidas de política monetaria restrictiva sin precedentes como parte de dicho enfrentamiento.
Asimismo, los expertos detallan que la desición de este domingo de la OPEP+ de mantener sus niveles de bombeo sin cambios llega luego de que el útlimo viernes los países del G7 y Australia acordaran un tope de 60 dólares por barril para el crudo ruso transportado por vía marítima.
Los analistas acotaron que esta iniciativa, unilateral sin el consenso con Moscú, intenta privar al Gobierno del presidente Vladimir Putin de ingresos, mientras el país sostiene un enfrentamiento armado con Ucrania, y persigue, también, mantener el flujo del carburante en los mercados mundiales.
En tanto, los expertos refieren que Moscú aclaró que no vendería su petróleo bajo el tope y que analizaría cómo proceder.
En ese sentido, el viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, informó esta jornada que Rusia preferiría recortar la producción antes que suministrar petróleo bajo el tope, y afirmó que dicha iniciativa del G7 puede afectar a otros productores.
La propuesta incial del club occidental puesta sobre la mesa la semana pasada consistía en fijar un precio máximo de entre 65 y 70 dólares por barril, sin ningún mecanismo de ajuste.
El Grupo de los Siete es un foro político intergubernamental conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, donde la Unión Europea cuenta con representación política.
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