Venderemos el petróleo y los productos derivados a los países que cooperen con nosotros en condiciones de mercado, aunque tengamos que reducir un poco la producción, precisó este domingo Novak.
El gobierno ruso ha señalado repetidamente que este instrumento no es una medida de mercado, es ineficiente, y contradice a todas las normas de la Organización Mundial del Comercio enfatizó el alto funcionario.
El 5 de diciembre entra en vigor el embargo que los países de la Unión Europea acordaron imponer dentro del sexto paquete de sanciones a las importaciones del petróleo ruso por mar.
Los países comunitarios también acordaron el 2 de diciembre limitar el precio del petróleo ruso suministrado por mar a los terceros países a 60 dólares barril. Planean hacerlo a través de un mecanismo que se podría regular en el futuro.
Una decisión similar fue anunciada por los países del Grupo de los Siete (G7) y Australia.
En concreto, Estados Unidos, la UE, Reino Unido y otros países occidentales planean prohibir a sus empresas que ofrezcan servicios de transporte, financieros y de seguro a los petroleros que transportan crudo ruso, si se vende por encima de un precio determinado.
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