Este año, el magnetómetro del satélite Arktika-M registró una perturbación moderada de la magnetósfera terrestre, con pequeños picos aislados de actividad solar.
Según los expertos de Sistemas Espaciales de Rusia, “el estado de ánimo relativamente tranquilo” del cuerpo celeste se debe al hecho de que el ciclo solar está en su comienzo, y un máximo está por venir, se lee en el informe de la corporación estatal.
Roscosmos señaló que equipos heliogeofísicos están instalados en los satélites Arktika-M, Electro-L y Meteor-M, lanzados entre los años 2019 y 2021.
Estos permiten seguir las desviaciones de los campos magnético y de radiación de la Tierra provocadas por la actividad solar.
Por su parte, Aleksei Kovaliov, jefe del Departamento de desarrollo de instrumentos objetivo de a bordo de Sistemas Espaciales de Rusia, dijo que este año no se ha registrado ningún fenómeno catastrófico en el Sol.
Los instrumentos funcionaron de manera continua, salvo breves pausas planificadas durante la corrección de la órbita y los giros de los satélites, precisó el científico.
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