Según especificó Irina Marajova, investigadora líder del proyecto realizado por la institución científica, radicada en la ciudad de San Petersburgo, se pudo determinar que no solo las células normales, sino también las cancerosas están sujetas a un envejecimiento prematuro en el cuerpo. Marajova explicó que fue analizado el contenido de potasio dentro de la célula, que es responsable, entre otras cosas, de la viabilidad del microorganismo.
Con esto se demostró que el estrés oxidativo, que causa el envejecimiento de las células humanas, se caracteriza no solo por una violación de sus funciones, sino también por una disminución en el contenido específico de potasio en la célula, acotó la especialista.
Igualmente refirió que en el futuro, este indicador puede ser utilizado como un marcador que indica el envejecimiento prematuro de las células.
El trabajo realizado por el personal del Instituto de Citología de San Petersburgo determinó también que el propio envejecimiento de las células del cuerpo comienza después de que, por una razón u otra, pierden su capacidad de reproducción.
Este proceso es característico de la mayoría de los tejidos del cuerpo humano.
Una célula que envejece no muere de inmediato, sino que continúa realizando sus funciones, pero gradualmente su trabajo se interrumpe, lo que conduce a un mal funcionamiento en partes individuales del cuerpo.
Además, una célula que envejece puede afectar negativamente a sus vecinas, aumentando el riesgo de envejecimiento prematuro e incluso desencadenando procesos cancerosos.
Un indicador como el contenido de potasio intracelular específico se puede utilizar como una especie de marcador para determinar si las células son propensas al envejecimiento prematuro y la deshidratación, agregó Marajova.
La científica concluyó que, en otra dirección de la investigación, se planea establecer si es posible reducir la tasa de propagación del cáncer cambiando el contenido de potasio y sodio (composición iónica) en las células tumorales.
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