El capitán, Son Heung-min y otros 22 jugadores del equipo formado por 26 hombres, junto con el cuerpo técnico, llegaron al Aeropuerto Internacional de Incheon, donde fueron acogidos como héroes por alrededor de mil seguidores.
Tras una ausencia de 12 años en copas del mundo, los «Taegeuk Warriors» lograron avanzar a la fase de octavos de final, antes de caer 4-1 ante la selección de Brasil, número uno del mundo.
La Asociación Surcoreana de Fútbol (KFA) informó que el portero Kim Seung-gyu y el mediocampista Jeong Woo-yeong regresaron a Arabia Saudita y Alemania, los países de sus respectivos clubes.
Otro centrocampista, Jung Woo-young, se quedó en Catar, donde juega para el club local Al Sadd.
El director técnico, Paulo Bento, anunció que no regresaría como entrenador de Corea del Sur, poniendo fin a un mandato récord que comenzó en agosto de 2018; tras una estancia breve en Seúl, Bento regresará a su Portugal natal.
El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, espera organizar este jueves un almuerzo para la selección nacional, según informó hoy la oficina presidencial.
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