El apremio es para presentar el informe conclusivo y la posible remisión de cargos penales al Departamento de Justicia antes de la comisión se disuelva a finales de año de cara a la conformación en enero de 2023 del 118 Congreso, en el cual los republicanos tomarán el control de la Cámara Baja.
El comité selecto, en funciones desde agosto de 2021, tiene previsto publicar su informe conclusivo el 21 de diciembre, según informó el miércoles a la prensa su presidente, el demócrata Bennie Thompson.
La divulgación del reporte irá acompañada de una «presentación formal», subrayó.
«Habrá algún tipo de presentación pública, pero aún no hemos decidido exactamente cuál será», dijo el congresista a los periodistas.
Thompson también comentó que la comisión votará públicamente sobre las remisiones penales el 21 de diciembre.
El anuncio ocurrió un día después de que el líder del panel señalara que se llegó a un «acuerdo general» para hacer algún envío al Departamento de Justicia.
Un subcomité creado el mes pasado supervisa las sugerencias desde el punto de vista penal y examina «todas las cuestiones pendientes» a las que se enfrenta el panel, incluidos los legisladores que desafiaron las citaciones emitidas por el grupo.
«Estamos estudiando posibles remisiones o delitos penales y civiles, así como casos generales de ilegalidad que de otro modo no serían obvios», declaró el representante Jamie Raskin (demócrata de Maryland), quien dirige el subcomité.
Además del informe final, Thompson dijo que el resto del material de la comisión también se pondrá a disposición del público a través de algún método que se proporcionará para que tenga acceso a esos archivos.
El 6 de enero de 2021 cientos de simpatizantes del entonces presidente Donald Trump atacaron el Capitolio federal para detener la certificación de la victoria de Joe Biden en las elecciones de noviembre de 2020.
Alentados por las falsas teorías de Trump sobre el fraude electoral y el robo de los comicios, sus seguidores irrumpieron violentamente en el complejo del Congreso, en esta capital, en una acción que califica, a juicio de observadores, como el peor asalto a la democracia en la historia de Estados Unidos.
La insurrección ocasionó cinco muertos, mientras más de 140 policías resultaron heridos.
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