El titular de la cartera manifestó en rueda de prensa este lunes que el consumo de pollo y huevos es seguro y está garantizado el abastecimiento, pues la cantidad de aves afectadas no supera el 0,5 por ciento de la población avícola.
No obstante, las pérdidas económicas en el sector están entre un 15 y un 20 por ciento en comparación con el momento anterior a la enfermedad debido a la desinformación existente, consideró Diana Espín, directora ejecutiva de la Corporación Nacional de Avicultores del Ecuador (Conave).
Cerca de 800 técnicos toman muestras y mantienen la vigilancia en las más de mil 800 granjas del país, informó el director de la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad), Patricio Almeida.
El experto estimó que van a ser un poco más de 300 mil las aves contagiadas, aunque continúan las inspecciones y esa cifra puede cambiar.
El brote del virus H5N1 se detectó en Cotopaxi, una zona del centro del país que concentra el 60 por ciento de la producción nacional, tras la alerta por los casos reportados en Perú, Colombia, México, Estados Unidos y Canadá.
En consecuencia, Ecuador declaró emergencia zoosanitaria, un estado que según el ministro Manzano estará vigente hasta finales de febrero de 2023 para facilitar los controles y la evaluación de muestras.
Durante ese periodo está prohibido movilizar aves, productos y subproductos de origen aviar como huevos, gallinas o pollos desde las granjas afectadas.
De acuerdo con fuentes oficiales, el sector avicultor genera mil 800 millones de dólares al año, representa el 24 por ciento del Producto Interno Bruto agropecuario y genera alrededor de 300 mil empleos.
jha/avr