En declaraciones a la prensa tras el acto inaugural, Arnous dijo que este centro hospitalario cuenta con 90 camas, seis salas de cuidados intensivos, 11 incubadoras, ocho camas para atención de emergencia médica y siete unidades de diálisis.
El costo de este proyecto fue de 30 mil millones de libras sirias, equivalente a 10 millones de dólares estadounidenses, y fue equipado con aparatos médicos de última generación con el fin de brindar los mejores servicios a casi un millón y medio de habitantes de la región de Ghouta Oriental, precisó el Jefe del Ejecutivo.
Afirmó que el Gobierno sigue priorizando el apoyo al sector de la salud a pesar de todas las dificultades generadas por la guerra y el bloqueo, y reveló que varios proyectos de salud se implementan actualmente en varias gobernaciones.
A su vez, el ministro del ramo, Hassan Al-Ghobash, explicó que la reapertura del hospital constituye un valor agregado al sistema de salud en la ciudad de Damasco y las zonas rurales a su alrededor, y destacó que tres hospitales similares en zonas cercanas están siendo también reconstruidos y equipados, y pronto serán puestos en servicio.
El hospital fue destruido y saqueado por los terroristas en 2012, y en 2019, Japón ofreció una subvención para rehabilitarlo y equiparlo a través de la Organización Mundial de la Salud y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, reveló el titular.
Precisó que la instalación cuenta con más de 27 médicos especialistas y 34 médicos residentes, además de un cuadro completo de enfermería, técnicos y trabajadores en todos los departamentos.
Se trata del octavo hospital reconstruido desde 2017 en la provincia de Damasco-campo, afirmó el director de salud provincial, Yassin Nanous.
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