Además de las víctimas fatales más de 280 casas están inundadas y 38 mil están inundadas debido a la incapacidad del frágil sistema de alcantarillado de evacuar los torrentes creados por las lluvias, según precisiones de funcionarios de la administración de esta capital en la cual residen unos 15 millones de personas la mayoría en precarias viviendas.
En Washington, la capital estadounidense, donde asiste a la Cumbre África-Estados Unidos, el presidente congolés, Felix Tshisekedi, responsabilizó al cambio climático con el desastre y decretó tres días de duelo en honor de las víctimas mortales, cuyo número tiende a aumentar, según los pronósticos.
Esto (el desastre) debió evitarse hace 13 años si los países contaminadores (del medio ambiente)hubiesen respetado los acuerdos adoptados, sentenció el mandatario, en alusión a las economías de los países industrializados.
Las alegaciones del presidente congolés se suman a las críticas esta semana de su homólogo ugandés, Yoweri Museveni, quien acusó a las potencias occidentales de “descarado doble rasero” por acusar a África de operar centrales eléctricas con combustibles fósiles mientras reabre sus fábricas de electricidad alimentadas con carbón mineral.
No aceptaremos una regla para nosotros y otra para ellos (…) Las dificultades de Europa para cumplir sus propósitos climáticos no deben ser problema de África, afirmó el mandatario en un post en las redes sociales.
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