Según un informe publicado este miércoles, los problemas económicos mundiales y la preocupación por la demanda en China, el mayor importador de petróleo, limitaron el alza de los precios petroleros en 2022, pero la demanda en algunas zonas permanece robusta.
En un análisis por países, China, la India y Oriente Medio compensaron en parte el descenso de la demanda de petróleo en Europa y otras partes de Asia oriental.
En ese contexto, la AIE aumentó en 140 mil barriles por día (bpd) su previsión de crecimiento de la demanda de petróleo para este año, a 2,3 millones de bpd, y en 100 mil bpd la del año próximo, hasta 1,7 millones de bpd, para un total de 101,6 millones de bpd.
La agencia valoró que, aunque las restricciones sanitarias en China están aún latentes, el escenario está preparado para una reapertura progresiva en 2023.
“Hemos elevado nuestras estimaciones para 2022 y el crecimiento del próximo año en 50 mil bpd y 40 mil bpd, respectivamente», precisó.
Añadió que, a medida que avancen los meses de invierno, se construirá un balance petrolero más ajustado para el segundo trimestre de 2023, “pero no puede descartarse otro repunte de los precios».
El informe agrega que China aún se encamina a una contracción de la demanda por petróleo de 400 mil barriles diarios (bpd), a unos 15,4 millones de bpd, pero se recuperará en casi un millón de bpd en 2023.
Mientras, la producción de petróleo en Rusia caerá en 1,4 millones de barriles por día (bpd) el próximo año, con un balance aún más ajustado cuando entre en vigor el tope de precios impuesto el 5 de diciembre por el G7, la Unión Europea y Australia.
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