La inclemencia climatológica dejó un rastro de destrucción en el sureño estado cuando violentos tornados tocaron tierra, derrumbaron casas, convirtieron los escombros en proyectiles y cortaron el suministro eléctrico.
Los fallecidos atribuidos a eventos relacionados con la tormenta incluyen a una mujer de 56 años que perdió la vida después de que una tromba azotara su casa en el área de Killona en la parroquia de St. Charles, según el Departamento de Salud de Luisiana, reportó la cadena CNN.
Además, un niño y su madre fueron encontrados muertos en la comunidad de Keithville, en el noroeste de Luisiana, dijo la oficina del sheriff de la parroquia de Caddo.
Múltiples comunidades a lo de largo del estado informaron acerca de los cuantiosos daños, con techos arrancados, casas astilladas, escombros esparcidos por las carreteras y autos volcados, comentó la televisora.
La fuerza de los vientos derribó líneas eléctricas que interrumpieron el servicio a más de 50 mil clientes de Luisiana y Misisipi la noche del miércoles, según PowerOutage.us.
De acuerdo con la propia fuente en la mañana de este jueves quedaban unos 15 mil clientes a oscuras.
El Centro de Predicción de Tormentas informó que entre el martes y el miércoles ocurrieron cerca de 49 tornados en Luisiana, Misisipi, Texas, Alabama y Florida.
Más de 1,5 millones de personas estaban bajo alerta de tornado en el sureste de Alabama, el norte de Florida y el sur de Georgia en la mañana de este jueves.
Todavía es probable que se produzcan tornados fuertes, así como caída de granizos y poderosas ráfagas de viento de hasta 112 kilómetros por hora, señalan los pronósticos.
La enorme tormenta que provocó destrucción en Luisiana y todo el sureste es parte de un sistema masivo que también generó tormentas de nieve en el norte del centro de Estados Unidos, indicó CNN.
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