Así lo informó hoy el Ministerio español de Cultura y Deportes, que sostuvo un primer encuentro con técnicos mexicanos, chilenos, peruanos y bolivianos, con el objetivo de implementar un proyecto expositivo alrededor de la fraga para finales de 2023.
El barco de la Armada española, que fue botado en el puerto de La Habana en 1786. Formaba parte esencial del dispositivo comercial del país ibérico con sus antiguos territorios de ultramar en América.
La iniciativa actual busca comenzar con una muestra en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena (Murcia, España), para luego hacer un recorrido itinerante por el resto de países.
El tema fue abordado durante la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Políticas
Culturales y Desarrollo Sostenible, que se celebró en México el pasado septiembre, por el ministro de Cultura y Deporte de España, Miquel Iceta.
Iceta mantuvo una serie encuentros bilaterales con sus homólogos de México, Perú, Chile, Colombia, Bolivia y Uruguay, para proponerles una línea de trabajo compartido en torno a la historia del navío y su cargamento.
Según la fuente, el conjunto de materiales recuperados evoca un momento concreto en el que las relaciones políticas, comerciales y culturales entre España y América eran muy estrechas.
En concreto, los lugares en los que la fragata atracó durante su última travesía fueron El Callao (Perú) y Montevideo (Uruguay). Atendiendo a los caudales transportados, se estima que la inmensa mayoría fueron acuñados en la Real Casa de Moneda de Lima (Perú).
Esta aportación es seguida cuantitativamente por las acuñaciones de Potosí (Bolivia). También hay piezas procedentes de las cecas de Popayán (Colombia), México y Santiago de Chile.
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