“Me sacaron contra mi voluntad de mi lugar de detención y me enviaron al exilio. Encontré aquí a mi familia y a mis seres queridos, pero es difícil ser arrancado de la patria”, advirtió el jurista, debilitado por nueve meses de prisión sin que Tel Aviv presentara cargos contra el incansable luchador por los derechos humanos de los palestinos.
El nativo de la ocupada Jerusalén Oriental denunció que el Estado israelí acude a todos los medios posibles para garantizar que cada vez existan menos palestinos en la tierra que ocupa.
Hamouri insistió al arribar al aeropuerto parisino de Roissy en que nunca quiso que llegara este momento.
La ministra del Interior de Israel, Ayelet Shaked, indicó la expulsión hacia Francia del abogado, aprovechando que no contaba con la nacionalidad israelí, solo con un permiso de residencia previamente revocado.
El Gobierno francés condenó la decisión, la cual calificó de contraria al derecho.
Desde su último arresto, en marzo pasado, Francia está movilizada, incluyendo al más alto nivel, para que sean respetados los derechos de Salah Hamouri, quien desea llevar una vida normal en Jerusalén, donde nació, reside y quiere estar, subrayó en un comunicado la Cancillería.
París recordó que Jerusalén Oriental es un territorio ocupado, a partir de lo dispuesto en el Cuarto Convenio de Ginebra.
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