Calles que normalmente están repletas estaban vacías, el redondel de El Salvador del Mundo, extrañamente sin tráfico, en el Metrocentro de esta capital silencio total cuando los franceses emparejaron el marcador a dos goles por bando, las miradas no se apartaban de los televisores, y los que no podían, celulares en mano consultaban sobre el choque.
Tensión, gritos de júbilo y desencanto se sucedieron a lo largo del tope, al final los salvadoreños pasaron del sufrimiento a la alegría, para celebrar el titulo de Argentina como si fuera propio, un sentimiento que seguro estuvo en toda la América y en gran parte del mundo.
Dos equipos que no se dieron tregua. El tiempo extra se convirtió en felicidad y tristeza a la vez, ya que Messi y Kylian Mbappé añadieron dos tantos más para mandar a la tanda de penales que ganó Argentina.
Un partido de leyenda que todos disfrutaron y que marcó la coronación del Rey Messi a sus 35 años.
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