La obra, con la música de Piotr Chaikovski, y coreografía de Lev Ivanov se estrenó el 18 de diciembre de 1892 en la entonces capital del Imperio ruso, precisó este domingo la nota del ente cultural.
Aquella interpretación profusamente diseñada con libreto de Marius Petipa correspondía al espíritu de los ballets del siglo XIX, donde la atención del coreógrafo se centraba en la riqueza del lenguaje de la danza.
Hoy, dos versiones del famoso cuento de hadas se representan a la vez en el teatro principal de San Petersburgo, una es el Cascanueces con coreografía de Vasili Váinonen del año 1934 y la otra la de Mijaíl Shemiakin y Kiril Símonov, realizada en 2001, difundió el servicio de prensa del teatro Mariinski.
Siendo el último de los tres ballets de Chaikovski, El cascanueces ocupa un lugar especial entre sus obras tardías.
Como señalan los investigadores, esta obra se aparta de la tradición del género del ballet y utiliza varios métodos e instrumentos musicales de manera innovadora.
Así, por primera vez en la historia, el ballet contó con la celesta, un instrumento musical enviado desde París a petición del compositor ruso.
En el siglo XX, las interpretaciones más famosas de Cascanueces fueron creadas, además de Váinonen, por Aleksánder Gorski, Fiodor Lopujov y Yuri Grigoróvich.
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