Según el comunicado divulgado hoy por el Ballet Nacional de Cuba, en el encuentro, que se efectuará a las 12:00, hora local, en la sala Villena de esa institución capitalina, estudiosos, compañeros de trabajo, amigos y admiradores, evocarán el inmenso aporte de la gran artista a la danza iberoamericana y al patrimonio universal.
También ese día, a las 10:00, en la Catedral de La Habana, tendrá lugar una misa por Alicia Alonso (1920-2019), con la participación de la Camerata Vocale Sine Nomine, bajo la dirección de Leonor Suárez, el tenor Alejandro Garbey y el organista Ramón Leyva.
El texto indicó además que la asistencia, tanto al acto en la Uneac como a la misa en la Catedral, es libre.
La eterna Giselle, quien falleció a la edad de 98 años, revive en el recuerdo y el legado inquebrantable del Ballet Nacional de Cuba que recientemente concluyó de manera exitosa la 27 edición del Festival Internacional de Ballet.
A ese conjunto y evento Alonso se entregó con pasión y esmero para lograr reunir en esta tierra pequeña a los más importantes y populares bailarines del mundo y hacer posible que intérpretes cubanos brillaran en prestigiosos escenarios y certámenes.
La célebre bailarina situó a la compañía entre las de mayor prestigio a nivel mundial, en tanto creó la Escuela Cubana de Ballet del cual emergieron destacadas figuras y puso en altos pedestales el nombre de su patria en casi 70 países de todos los continentes.
Merecedora de más de 200 premios internacionales e intérprete de obras clave en el panorama de la danza mundial, Alonso partió a la eternidad convertida en un símbolo de inspiración y guía, también fuera de los límites del escenario donde brilló tantas veces.
Carmen, Giselle y otras muchas icónicas obras del género bien pudieran llamarse Alicia, pues en su carne y con su maestría se esculpieron en el tabloncillo para grabar su nombre como figura cimera del ballet clásico en el ámbito iberoamericano.
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