A pesar de que ambos países anunciaron que dejarían de importar el petróleo ruso a partir del 1 de enero, solicitaron compras de grandes cantidades de crudo de la nación eslava para el próximo año, destacó el presidente de Transneft, Nikolai Tokarev.
Según el ejecutivo, los consumidores polacos ordenaron compras de 360 mil toneladas para este diciembre, y tres millones para el año venidero, en tanto Alemania también envió un pedido para el primer trimestre.
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, afirmó el pasado 30 de marzo que Varsovia hará lo posible para cesar la importación del petróleo y el gas desde Rusia para finales de 2022.
También su homólogo alemán, Olaf Scholz, dijo a principios de abril que Alemania estaba trabajando para no depender del crudo ruso y esperaba lograr ese objetivo hacia finales de este año.
Según la consultoría Enerdata, una tercera parte del petróleo que la UE importaba de Rusia era suministrada por el oleoducto Druzhba, operado por Transneft.
La compañía, cuya red de oleoductos supera los 67 mil kilómetros, transporta un 80 por ciento del crudo que se produce en Rusia.
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